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El Retrato

Dentro de esta clasificación se encuentran las fotografías referidas a los dignatarios de la Iglesia, a los misioneros y a los benefactores de las misiones. Se trate de imágenes que hacen referencia a sujetos específicos, de los cuales se señala su nombre y se singulariza su cuerpo. Estos retratos siguen la tradición del retrato-persona, es decir, el retrato que apunta a captar las características físicas y morales de un individuo haciendo énfasis en el rostro, lo cual supone que este es el reflejo del alma. El género del retrato-persona se utilizó principalmente para representar a quienes hacían parte de la autoproclamada sociedad civilizada, fueran estos dignatarios eclesiales, misioneros o benefactores. Cuando los indígenas aparecen representados a través del género del retrato rara vez se presentan singularizados, por tal motivo, su representación en los retratos grupales, aunque se configure dentro del género, está más cerca de la escenificación que constituye el costumbrismo.

Autoridades

En los retratos los dignatarios de la Iglesia y las autoridades estatales se identifican con sus nombres individuales y el cargo que ocupan, además se les representa con todos los atributos que los identifican como tales, ya se trate de hábitos, estolas, cruces o bandas presidenciales. La posición de sus cuerpos es erguida y suelen estar acompañados de objetos referentes a su autoridad y en escenarios acordes con ella

Benefactores

En el mismo estilo del retrato-persona aparecen los benefactores de las misiones, sean estos niños celadores de la Santa Infancia o mujeres y hombres dedicados a obras de beneficencia. La presencia de los rostros de aquellos feligreses que colaboraban con las misiones, está relacionada con la necesidad de dar ejemplo de tal colaboración a otros laicos y señala, además, el apoyo con el que contaban las misiones en diferentes sectores sociales, particularmente en las elites católicas

Misioneros

Los misioneros aparecen continuamente retratados en las fotografías. Suelen ser identificados con sus nombres propios o, en su defecto, es factible identificarlos de acuerdo con la información que se presenta en los artículos que las fotografías acompañan. Se encuentran tanto retratos individuales como retratos colectivos en los que se resaltan los rostros y el hábito y, en el caso de las publicaciones periódicas y los informes, acompañados por textos en los que se insiste en sus cualidades morales. Si bien el formato visual con el que se representa a las misioneras es similar al señalado anteriormente, en el caso de las religiosas es más extraño encontrar una alusión a su individualidad: pocas veces se señalan sus nombres.

Indígenas

Son excepcionales las ocasiones en las que los indígenas aparecen representados a través del género del retrato-persona. Cuando esto ocurre hace referencia, generalmente, a la conversión de un cacique o de algún personaje principal de la comunidad indígena

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