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La Revista de Misiones

¿Qué tipo de revistas lees? ¿Alguna vez has leído una Revista de Misiones?

Las publicaciones ilustradas

Como parte de la propaganda de la acción misional, las diferentes órdenes religiosas elaboraron publicaciones a lo largo del mundo con el objetivo de publicitar su labor, legitimándola ante la Iglesia y los Estados, e invitando a los feligreses a hacer parte (con sus donaciones y sus oraciones) de lo que consideraban una gesta católica universal. Desde finales del siglo XIX proliferaron las publicaciones de revistas católicas en las que se incluían los informes de la acción misional y de libros ilustrados que narraban el quehacer de los misioneros como una acción épica.

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De los 726 artículos que fueron publicados en los cinco años posteriores a la fundación de la revista, 668 están referidos a las misiones, y de estos el 71% aluden a misiones nacionales mientras que el 29% están referidos a misiones en el resto del mundo. Además, se puede constatar que las regiones de las que tratan los artículos nacionales están ubicadas a lo largo y ancho del territorio colombiano

La Revista de Misiones

En el caso colombiano desde 1925 empezó a circular La Revista de Misiones, una publicación mensual ilustrada. Su subtítulo señala, en parte, su carácter: Docete Omnes Gentes ("Haced discípulos en todas las naciones").  La revista tenía la función de publicitar la labor de los misioneros con el fin de incentivar en los feligreses la preocupación por el desarrollo de las misiones católicas en el mundo, preocupación que se debía materializar en oraciones, en contribuciones en físico para las diferentes obras y en limosnas. 

 

El esmero con el que se llevó a cabo cada detalle de la publicación, dirigida por el padre Cándido Armentia (Agustino Recoleto - Candelario), entre 1925 y 1926, y por Luis R. David, S.J. entre 1926 y 1930, da cuenta del interés que tenían las diferentes órdenes religiosas en la difusión de las misiones, la construcción de su legitimidad y la recaudación de recursos. Algunas de las portadas fueron encargadas al reconocido pintor de la época Coriolano Leudo (1866 – 1957), quien también realizó algunos diseños para revistas tan importantes como Cromos. 

 

En lo referido a la circulación, si bien no se tienen datos exactos sobre la cantidad de ejemplares que se publicaron de cada número, en la revista se señala que de los primeros números se hizo un tiraje de mil quinientos y que, dada la acogida que tuvo la publicación, a partir del sexto número se subió el tiraje a dos mil trescientos (Armentia 1926, 307). Además, se puede suponer que la circulación de este impreso era amplia en la medida en que se mandaba a las diferentes parroquias, nacionales e internacionales, para que se vendiera a los feligreses que querían apoyar la labor de la obra de la Propagación de la Fe,  e, incluso, al parecer, se prestaba a los socios de las congregaciones que apoyaban las misiones.

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